HABITAR LOS CERROS DE VALPARAÍSO.
VALPARAÍSO, REGIÓN DE VALPARAÍSO
El borde urbano como un territorio complejo.
Las áreas de las ciudades que conforman sus bordes son generalmente mal interpretadas porque no corresponden a la lógica de la formalidad o del planeamiento reglado. Ese territorio escrito en lenguajes pocas veces comprendidos requiere un siempre renovado andamiaje conceptual y analítico para poder desvelar sus potencialidades y aprendizajes.
Los bordes urbanos son límites muchas veces infranqueables, ya sean naturales o artificiales, que limitan el día a día de quienes viven junto a ellos.
Un borde urbano es un elemento lineal que no se percibe como una senda, sino como una barrera para la ciudad. Los bordes no solo no sirven para desplazarse, sino que limitan la movilidad de las personas. Se trata de líneas como muros, vallas, vías ferroviarias, límites de desarrollos, barrancos, ríos, costas y fronteras políticas.
Convivir al lado de un borde urbano condiciona la vida diaria de las personas, ya que sus recorridos nunca podrán encaminarse en una determinada dirección. Existen bordes urbanos cuidados, integrados en la ciudad y que, a pesar de limitar la movilidad de las personas aportan también un valor estético, medioambiental o incluso cultural, dando a la zona un carácter particular y único. Accidentes geográficos como una costa, un acantilado o una playa pueden ser ejemplos de esta situación. Pero, lamentablemente, no todos los bordes son iguales.
Nuestro planteamiento y desafío de las áreas de borde es la sostenibilidad social, económica y ambiental. Habría entonces que lograr una autocontención de actividades y desplazamientos, para lo cual se deberían implementar o valorar alternativas atractivas para satisfacer necesidades y un modelo que permitiera el auto sustentamiento de estas áreas de borde, sacando provecho de la situación híbrida.