BITÁCORA

Desarrollar proyectos en Chiloé, una de las joyas naturales de Chile, requiere un enfoque que valore profundamente las cualidades únicas de este archipiélago. Chiloé es una región con una biodiversidad extraordinaria, una cultura rica y vibrante, y un potencial humano que ha sido clave en su desarrollo a lo largo de los siglos. Además, la reciente construcción del puente Chacao, que conectará la Isla Grande de Chiloé con el continente, abre nuevas oportunidades que deben ser abordadas con una planificación estratégica y sustentable.

Desde un punto de vista medioambiental, Chiloé es un tesoro. Su ecosistema, que incluye bosques templados lluviosos, humedales y una vasta costa, es hogar de especies endémicas y es reconocido por su importancia ecológica a nivel global. La región es parte de la ecorregión Valdiviana, uno de los 25 hotspots de biodiversidad mundial, lo que subraya la importancia de proteger su entorno natural. Los proyectos que se desarrollen en Chiloé deben incorporar prácticas sostenibles que minimicen el impacto ambiental, preserven su rica biodiversidad y promuevan la conservación de sus paisajes naturales. Además, el cambio climático plantea riesgos específicos, como el aumento del nivel del mar y las alteraciones en los patrones climáticos, lo que demanda una planificación con enfoque de resiliencia.

El potencial humano de Chiloé es igualmente significativo. La población chilota ha mantenido sus tradiciones y saberes ancestrales, especialmente en áreas como la agricultura, la pesca y la artesanía, lo que ha permitido un desarrollo basado en la identidad local. Este acervo cultural no solo es un recurso valioso para el turismo, sino que también es esencial para cualquier proyecto que busque ser auténtico y respetuoso con el contexto local. Involucrar a las comunidades chilotas en el proceso de desarrollo, desde la concepción hasta la implementación, es clave para asegurar que los proyectos reflejen las necesidades y aspiraciones de la población local. La educación y capacitación en nuevas tecnologías y sostenibilidad pueden potenciar aún más el talento local, creando oportunidades de empleo y mejorando la calidad de vida en la región.

La construcción del puente Chacao es un hito en la historia de Chiloé y de Chile. Este puente, de 2,6 kilómetros de longitud, no solo conectará Chiloé con el continente, sino que también facilitará el acceso a servicios, reducirá tiempos de viaje y estimulará la economía local. El puente está previsto para finalizar en 2025 y se espera que impacte positivamente en sectores como el turismo, la agricultura y la pesca, al facilitar el transporte de bienes y personas. Sin embargo, esta nueva conectividad también plantea desafíos, como la posible presión sobre los recursos naturales y la necesidad de gestionar el crecimiento urbano de manera que se preserve el carácter rural y natural de la isla.

Los beneficios del desarrollo en Chiloé son amplios, no solo para la región sino para todo Chile. Chiloé ha sido históricamente una fuente significativa de productos agrícolas y pesqueros, y el fortalecimiento de estos sectores, junto con el turismo, puede contribuir al desarrollo económico nacional. Según cifras del Banco Central de Chile, Chiloé aporta de manera relevante a la producción de salmón, representando alrededor del 20% de la producción mundial, lo que subraya su importancia en la economía chilena. Además, la región tiene un enorme potencial para el desarrollo de energías renovables, especialmente eólica y marina, que podrían convertir a Chiloé en un líder en sostenibilidad energética.

En conclusión, el desarrollo de proyectos en Chiloé debe ser abordado con una visión holística que combine la preservación medioambiental, el respeto por la cultura local, y la integración de nuevas infraestructuras como el puente Chacao. Este enfoque asegurará que Chiloé no solo conserve su carácter único, sino que también se posicione como un motor de desarrollo sostenible en Chile. Aprovechar las cualidades específicas de Chiloé—desde su biodiversidad hasta su potencial humano—es esencial para un futuro en el que el crecimiento económico esté en equilibrio con la conservación de uno de los paisajes más extraordinarios del país.